viernes, 25 de mayo de 2007

La vuelta de David (mi viejo) a Dale Cine

DAVID II (EL REGRESO)

¡Que tal todos, amigos y hacedores del blog Dale Cine!
Me tomé un veraneo largo, largo. Fuete, fuete.
Duró hasta ahora, fines de Mayo.
Pero vuelvo al ruedo con mas ganas, entusiasmo, ahinco, optimismo y.........(no se me ocurren mas sinónimos)
No crean que desde Enero que no voy al cine o que no veo cine, noooooooooooooo................
Películas destacables en casi cinco meses:

---- La novia siria
Tremenda. Con una tensión que no cede hasta el final. Para comprender cabalmente y sentir, como en carne propia, el conflicto arabe - israelí

--- Hermanos
Danesa, muy buena. Connie Nielsen (Gladiador), bellísima, hablando en danés. Sobre las secuelas de la guerra de un danés que integra una fuerza de paz de la ONU

---- El arco
De Kim Ki Duc - Erotismo a la coreana. Otra vuelta de tuerca a la famosa peli japonesa "La llave", luego hecha en Italia con Stefanía Sandrelli.

--- Colegio de Animales
La vi por Retro. La primera y la mejor peli de estudiantinas

Pero, tengo que empezar el año con un plato mas fuertecito,aquí va:

EL SUEÑO DEL PIBE
Imaginen todos los que leen esto. Cierren los ojitos e imaginen.
Sueñen mas bien. Sueñen que quieren hacer una peli y les dan todo, pero todo todo. Toda la guita del mundo.
Ustedes son de buen pasar pero no podrían tener esa inmensa fortuna que tuvo este amigo nuestro que ahora les presento.
Hagan de cuenta, por ejemplo, que quieren filmar El Eternauta. Un sueño argentino El Eternauta. Pino Solanas quiso y no pudo.
Es el sueño de Aristarain y tampoco puede.
Bueno, este muchacho, es un amigo nuestro. De Sam Raimi estamos hablando.
El es como vos, como yo, como Sergio. Gente que sueña. Que hace cosas que son lindas pero modestas.
Al bueno de Sam se le cumplieron los sueños.
Le pusieron un camión con acoplado lleno de guita y le dijeron: "filmá"
Y eso, esa fantasía hecha realidad, ese sueño del pibe concretado, esa alegría de chiche nuevo, es lo que se ve en el "El Hombre Araña -3"
Es el sueño concretado de cualquiera de nosotros. Tiene calidez en el medio de la violencia. Tiene perdones en el medio de las venganzas.
Tiene fracasos, varios. Nos muestra que puede llegar a ser muy lindo ser malo. Y atragantarte de pedantería si sos demasiado bueno.
Recuerdo esa famosa escena en que un atribulado Lawrence le cuenta a su comandante, cuando vuelve de la primer gran batalla en Akaba, que tuvo que matar a un arabe y que sintió......................placer al matarlo. (Pero cómo, ¿no vió Lawrence de Arabia, de David Lean? Rapidito se me va al video a alquilarla, sin falta)
Arañate, perdón Arañatres tiene un poco de todo. Desde una fotografía de New York a la Woody Allen hasta personajes secundarios que son entrañables.
Mire, no lo dude mas. No pelee con su conciencia. Encierre a su bestia Golum, amordásela.
Y vaya a ver Arañatres.
Hágame caso, vale la pena.
Au revoir a todos y.............a ver esos comentarios

Pregunta para el gran público de este blog:
¿Alguien vió Trecientos?
Plis, comentarla

David

lunes, 21 de mayo de 2007

Una nota sobre Grizzly Man, de Werner Herzog.


EL ABRAZO DEL OSO
Grizzly Man (Werner Herzog, 2005)




Herzog es de esos directores a los que les gusta jugar con la credulidad del espectador, ya sea porque utiliza personas reales para sus historias de ficción (La balada de Bruno S, 1977.), por realizar empresas “imposibles” como hacer pasar un barco por sobre una montaña en plena selva amazónica (Fitzcarraldo, 1982) o por escalar él mismo a un volcán a punto de entrar en erupción para filmarlo (La soufriere, 1977). La frontera entre la realidad y la ficción con Herzog es incierta y borrosa, y sus filmes nos interpelan constantemente, dejándonos muchas veces con más preguntas que respuestas, invitándonos así a dejar de ser meros espectadores pasivos. En Incident at Loch Ness (2004), es filmado por el director Zak Penn mientras realiza un documental buscando al legendario monstruo del Lago Ness. En un momento de la película el mítico espécimen marino asoma en la superficie. ¿Qué sucede? ¿Entonces existe de verdad? Ver para creer (¿o creer para ver?). El alemán dice buscar imágenes puras, verdaderas, vírgenes a la mirada humana, cosa que al mismo tiempo él reconoce, hoy en día es casi una utopía.

Cuando el año pasado ví Grizzly Man, no podía salir de mi asombro. Durante los primeros minutos no sabía si lo que estaba viendo era real o no. Un tipo situado en un paisaje increíble aparecía hablando a cámara, con lo que parecían ser osos de carne y hueso a sus espaldas. Su aspecto entre jovial y despreocupado y la manera de hablar acerca de sus “únicos amigos”, los osos grizzlies, me hacía desconfiar de la imagen que tenía ante mis ojos. Los llamaba por su nombre (a cada uno le había puesto el suyo) y ellos no le prestaban demasiada atención, casi indiferentes a su presencia. Si el actor Klaus Kinski parecía ser la encarnación perfecta para los lunáticos y enigmáticos personajes creados por Herzog (la relación de amor-odio entre ambos era tan intensa que el propio Herzog le dedica al tema un documental de 1999 llamado “Mi enemigo íntimo”) Timothy Treadwell, el involuntario protagonista de esta película, parece ser una versión deformada de Kinski, mezcla de personaje de comedia televisiva berreta y pastor evangelista extraviado. Un auténtico Alien en el Planeta Tierra, un ex alcohólico bastante buen mozo (en algún momento de su vida “pasada” intentó ser actor televisivo, sin lograrlo) que encontró un sentido a su vida yéndose a Alaska a cuidar y proteger, sin que nadie lo convoque para ello, a los osos grizzlies. Luego de trece años de “pacífica” convivencia con ellos, un oso decidió que era hora de acordarse quién es quién y literalmente se lo comió vivo junto a la que era su novia y acompañante, Amie Huguenard.

Durante cinco años Timothy se filmó a sí mismo y al entorno que había elegido para vivir. Largos monólogos frente a cámara, mayormente autoreferenciales y patéticos (Herzog comentará en un momento que para Timothy el lente de la cámara se había convertido en una especie de confesionario), se mezclan con declaraciones de amor a los osos y diatribas contra la raza humana. Herzog los edita junto a imágenes testimoniales de los padres de Timothy, amigos, biólogos, una ex novia, una pareja de ecologistas y él mismo opinando en off sobre las imágenes que estamos viendo. Con este material, el director alemán evita los lugares comunes del biopic (película de biografía sobre un personaje o un hecho histórico) para adentrarse en los vericuetos del alma y la psiquis humana en relación consigo mismo y el entorno que lo rodea. Timothy lo atrae como documentalista y cineasta (“él captó con su cámara momentos improvisados tan gloriosos, de esos que muchos directores y productores buscan lograr en un set de filmación sin lograrlo”) pero no comparte su visión sobre los osos. Para Timothy, sí eran peligrosos y temibles, pero si uno se mostraba como un “guerrero amable” ante ellos, te tendrían respeto y no te matarían.
Herzog, en cambio, piensa que los osos no son permeables al contacto con la gente. El testimonio de un biólogo corrobora esto, diciendo que el mundo de los humanos y el de los osos son dos entidades bien diferenciadas e irreconciliables, imposibles de reunirse una con la otra. Otras personas que aparecen en la película, en cambio, apoyan la hipótesis acerca de la conversión de Timothy en un oso, especulando con una muerte preparada y deseada, una manera extrema de pertenecer a un mundo que para él era el más maravilloso y posible de los mundos. No en vano, Herzog elige un momento de Timothy frente a la cámara diciendo: “Gracias, gracias Dios por darme esta vida. Yo no tenía una vida, ahora sí la tengo”.

Esta nota fue escrita para la revista mdqmagazine, en el mes de abril de 2007.

lunes, 14 de mayo de 2007

Me doy el gusto de pasar la película de Agnès Varda


Cine en pantalla grande en Belgrano
Coordina Sergio Zadunaisky

Martes 22 de mayo, 20 horas: Los espigadores y la espigadora (Agnès Varda. 2000)
Origen: Francia
Duración: 82 minutos
La proyección se hará en Sucre y Moldes. Las plazas son limitadas, por eso se solicita reservar lugar con antelación por teléfono al 154 178 2080. El arancel es de 10 pesos por persona. Se ruega puntualidad.


Sobre la película
Los espigadores y la espigadora es un documental de la veterana directora Agnès Varda. En él, nos hace pensar acerca de la sociedad de consumo en la que vivimos, de usar y tirar y del despilfarro que hacemos a diario. Lo que nosotros desperdiciamos es recogido por otras personas, algunas lo hacen por su extrema pobreza y otras porque creen que es inmoral tirar tal cantidad de comida y objetos.
Normalmente el trabajo de espigar lo hacían campesinas humildes en las grandes plantaciones. Hoy los espigadores también existen, aunque ya no sólo recogen las espigas que quedan en las cosechas. Son espigadores urbanos, que buscan y se quedan lo que otros desperdician. Son trabajadores, que por cuestiones éticas se dedican a recoger basura. “La gente no se da cuenta de que no podemos seguir despilfarrando de esta forma. Hay que reciclar para respetar al medio ambiente. Yo me dedicó a buscar lo que está nuevo y todavía puede ofrecer servicio”.
Otros espigan porque son artistas y con los objetos elaboran obras de arte. “Son como regalos que están en la calle, como si siempre fuera Navidad”, dice uno de ellos.
A veces la sociedad no les comprende, pero ellos tampoco entienden a los que consumen sin sentido. Y menos aún a las grandes empresas que no dejan recoger los alimentos o los objetos que desperdician.
“Esta película fue tejida con varios hilos –el de las emociones que sentí cuando me enfrenté con la pobreza, el de las posibilidades ofrecidas por las pequeñas cámaras digitales y mi pelo gris–”. Así define Agnès Varda su documental.
En Los espigadores..., Agnès Varda nos traslada lo mejor del espíritu de la Nouvelle Vague, esas películas que inventaron con valentía su propia forma de mirar cinematográficamente al mundo, en vez de adaptarse al estándar reinante. Agnès se convierte en una espigadora que aprende a recoger sus propias emociones y a aceptar la vida tal y como es.

domingo, 13 de mayo de 2007

El gran simulador.




Allan Conway fue un tipo que pasó a la fama, pero no por ser él mismo, si no por hacerse pasar por el genial director Stanley Kubrick. "Color me Kubrick" es una película interpretada por el impar John Malkovich. Un film que se deja ver, aunque la naranja (no la mecánica en este caso) de la que busca exprimir jugo no de para tanto. Lo más interesante, es ver cómo los que caen la trampa de Conway, lo hacen seducidos por la fama y los contactos que éste pueda traerles. Sus ansias de trascender y salir del anonimato los hace creer en el cuento, aunque muchas veces las evidencias estén a la vista. El show Malkovich es genial y sencillamente vale la pena mirar la película para verlo actuar y tomarse el pelo a sí mismo en algunos pasajes.
No es mi costumbre poner una calificación numérica a las películas, pero a ésta un siete le cabe cómodo.

sábado, 12 de mayo de 2007

Vuelta al pago

Me tomé mi tiempo, pero vuelvo al blog luego de bastante tiempo sin escribir nada. Es que en realidad estuve viendo poco cine y un poco más de tele. No me malentiendan, cuando digo tele quiero decir capítulos de la serie Six Feet Under ó Mr. Bean. O cine en la tele, con películas como Play Misty For Me (si no me equuivoco el primer largometraje dirigido por Clint Eastwood) o Death of a President (un falso documental inglés sobre el asesinato de George Bush, pena que solo sea ficción). En el Cine - Cine vi El Hombre Araña 3, un verdadero disfrute de evasión bien elaborada por mi querido Sam Raimi, un tipo que sabe hacer y contar una historia en el cine. Detractores del arácnido o defensores de solo un cierto tipo de cine, detenéos aquí mismo, porque voy a hacer una defensa cerrada de esta película. Porque si uno quiere ver un film de efectos especiales pero con algo detrás, esta película (y diría que toda la saga, aunque me falte ver la parte 2, cosa que haré lo antes posible) lo tiene. Y los que seguimos a Raimi desde sus comienzos estamos contentos de que ahora juegue en las ligas mayores. Comparar Evil Dead (Diabólico, 1982) con algunas de esta megaproducciones no es un disparate. El pulso narrativo y las ganas de hacer cine, así a secas están presentes en ambas y la maestría en el uso de las herramientas técnico - expresivas alcanza picos extraordinarios.

Por otro lado, se ha estrenado Las vacaciones de Mr. Bean (que me recuerda a aquella Las Vacaciones de Mr. Hulot, con Jacques Tati, aquel actor y director francés del que Rowan Atkinson dice haber sacado inspiración e ideas). No la vi aun, pero lo que si estoy viendo y disfrutando son los viejos capítulos de Mr. Bean que pasaban por la televisión inglesa. Se los recomiendo. Casi sin palabras, este personaje construye algunos de los mejores gags que he visto en los últimos tiempos.

Bien amigos, mi cena está lista, así que me retiro a comer alguna cosilla. Será hasta la próxima y espero no pase tanto tiempo entre este post y el próximo.
Au revoir...