Ayer lunes vi tres películas que por diferentes motivos me resultaron interesantes. La primera, por orden de llegada, es DARATT (Mahamat – Saleh Haroun, 2006), filmada en África y hablada en francés. La historia se centra en la vida de Akim, un chico de 16 años cuyo padre fue asesinado antes de su nacimiento. Ahora, luego de terminada la larga guerra civil en Chad y dada la amnistía a todos los condenados, su abuelo le da una pistola para que liquide a Nassara, el asesino de su padre. Con austeridad, miradas, largos silencios y ecos del film “Noir” Saleh Haroun crea una película cargada de falsos tiempos muertos, cercana por momentos a aquellos filmes de Leonardo Favio de su primera época, EL DEPENDIENTE y EL ROMANCE DEL ANICETO Y LA FRANCISCA. Akim se acerca a Nassara para hacer justicia por mano propia y Nassara lo adopta porque necesita de un hijo que lo cuide y de sentido a su vida. Como en EL HIJO, pero invertido en los roles, la relación entre victimario y víctima gira en torno a la figura del padre, un personaje que según el director aparece como una metáfora de la falta de liderazgo político en su Chad natal. Un filme más que recomendable.
A DIRTY CARNIVAL (Ha Yu, 2006) es una película coreana sobre el mundo de los gangsters. En 140 minutos, Ha Yu construye la típica saga gangsteriana, ascenso y caída de un joven gangster que comienza matando y traicionando a su jefe para terminar siendo asesinado y traicionado por su subalterno. Lo que hace interesante a esta propuesta es la inclusión de un personaje amigo de nuestro joven héroe, un director de cine que busca información fidedigna para realizar una película de gangsters. Es aquí donde la realidad y la ficción confluyen entremezclándose de manera sangrienta y despiadada.
En FAY GRIM (Hal Hartley, 2006) me reencontré con un viejo y querido amor, el cine de Hal Hartley. En mis épocas de estudiante de cine había visto y disfrutado de tres de sus primeros filmes: LA VERDAD INCREIBLE, CONFIA EN MI y LA ULTIMA OPORTUNIDAD. Este director neoyorkino tiene una puesta en escena muy particular, lejos del Standard “indie” y más cerca de Jean Luc Godard, con personajes que buscan su lugar en el mundo, su identidad. El título del film alude a Fay Grim, su heroína, una mujer típicamente hartleyana, flaca, desgarbada, algo narigona y con una personalidad entre extravagante y aventurera. Reminiscencias hitchcockianas, citas a otros directores, pintores o bailarines en el nombre de algunos de los personajes (Hopper, Herzog, Konchalovski), situaciones absurdas, disparatadas, diálogos permanentes y por momentos alocados, hacen de Fay Grim una cinta para disfrutar sin temor a caer en el sopor o la desidia. Hay, como en algunos filmes de Hitchcock, una intriga política que excede a los protagonistas y hay un tono farsesco y zumbón para tratar cuestiones como la política exterior norteamericana, sobre todo post 11 de septiembre. Bienvenido Hartley al BAFICI 2007.
A DIRTY CARNIVAL (Ha Yu, 2006) es una película coreana sobre el mundo de los gangsters. En 140 minutos, Ha Yu construye la típica saga gangsteriana, ascenso y caída de un joven gangster que comienza matando y traicionando a su jefe para terminar siendo asesinado y traicionado por su subalterno. Lo que hace interesante a esta propuesta es la inclusión de un personaje amigo de nuestro joven héroe, un director de cine que busca información fidedigna para realizar una película de gangsters. Es aquí donde la realidad y la ficción confluyen entremezclándose de manera sangrienta y despiadada.
En FAY GRIM (Hal Hartley, 2006) me reencontré con un viejo y querido amor, el cine de Hal Hartley. En mis épocas de estudiante de cine había visto y disfrutado de tres de sus primeros filmes: LA VERDAD INCREIBLE, CONFIA EN MI y LA ULTIMA OPORTUNIDAD. Este director neoyorkino tiene una puesta en escena muy particular, lejos del Standard “indie” y más cerca de Jean Luc Godard, con personajes que buscan su lugar en el mundo, su identidad. El título del film alude a Fay Grim, su heroína, una mujer típicamente hartleyana, flaca, desgarbada, algo narigona y con una personalidad entre extravagante y aventurera. Reminiscencias hitchcockianas, citas a otros directores, pintores o bailarines en el nombre de algunos de los personajes (Hopper, Herzog, Konchalovski), situaciones absurdas, disparatadas, diálogos permanentes y por momentos alocados, hacen de Fay Grim una cinta para disfrutar sin temor a caer en el sopor o la desidia. Hay, como en algunos filmes de Hitchcock, una intriga política que excede a los protagonistas y hay un tono farsesco y zumbón para tratar cuestiones como la política exterior norteamericana, sobre todo post 11 de septiembre. Bienvenido Hartley al BAFICI 2007.