


A DIRTY CARNIVAL (Ha Yu, 2006) es una película coreana sobre el mundo de los gangsters. En 140 minutos, Ha Yu construye la típica saga gangsteriana, ascenso y caída de un joven gangster que comienza matando y traicionando a su jefe para terminar siendo asesinado y traicionado por su subalterno. Lo que hace interesante a esta propuesta es la inclusión de un personaje amigo de nuestro joven héroe, un director de cine que busca información fidedigna para realizar una película de gangsters. Es aquí donde la realidad y la ficción confluyen entremezclándose de manera sangrienta y despiadada.
En FAY GRIM (Hal Hartley, 2006) me reencontré con un viejo y querido amor, el cine de Hal Hartley. En mis épocas de estudiante de cine había visto y disfrutado de tres de sus primeros filmes: LA VERDAD INCREIBLE, CONFIA EN MI y LA ULTIMA OPORTUNIDAD. Este director neoyorkino tiene una puesta en escena muy particular, lejos del Standard “indie” y más cerca de Jean Luc Godard, con personajes que buscan su lugar en el mundo, su identidad. El título del film alude a Fay Grim, su heroína, una mujer típicamente hartleyana, flaca, desgarbada, algo narigona y con una personalidad entre extravagante y aventurera. Reminiscencias hitchcockianas, citas a otros directores, pintores o bailarines en el nombre de algunos de los personajes (Hopper, Herzog, Konchalovski), situaciones absurdas, disparatadas, diálogos permanentes y por momentos alocados, hacen de Fay Grim una cinta para disfrutar sin temor a caer en el sopor o la desidia. Hay, como en algunos filmes de Hitchcock, una intriga política que excede a los protagonistas y hay un tono farsesco y zumbón para tratar cuestiones como la política exterior norteamericana, sobre todo post 11 de septiembre. Bienvenido Hartley al BAFICI 2007.